Aprendiendo de E-commerce y joyas

Nunca pensé que iba a estar escribiendo esto. Un blog sobre nuestra tienda online de joyas. Nosotros, que hasta hace un rato no sabíamos ni cómo se armaba una página, ni qué era un “carrito de compras”. Pero bueno, acá estamos: mi vieja Delfa y yo, mandándonos de lleno al mundo del ecommerce, sin tener idea pero con todas las ganas.

Todo empezó un día en que mi hermana vino con un par de aritos nuevos. Lindos, sí, pero nada del otro mundo. Cuando dijo lo que le habían salido, me quedé tieso. Una locura. Ahí fue cuando empecé a pensar: ¿por qué algo tan chiquito y simple tiene que ser tan caro?

Como estamos cada vez más complicados con el tema guita —los precios no paran de subir y el sueldo no acompaña— empecé a investigar. Y entre tanto buscar, encontré joyas increíbles en Corea, Japón y Filipinas. Fue ahí donde una amiga que vive allá me dio una gran mano para empezar a traer cosas. Joyas delicadas, originales, con diseño, pero sin esos precios imposibles.

Así nació nuestra tienda. No las hacemos nosotras, las importamos con mucho cuidado, eligiendo cada pieza como si fuera para un regalo. No somos una empresa enorme. Somos solo dos: Delfa, mi mamá, y yo. Ella con su instinto impecable para saber qué es lindo, qué vale la pena. Yo aprendiendo todo lo técnico, medio a los ponchazos, pero con entusiasmo.

Esto no es un emprendimiento de catálogo y frases motivacionales. Es una forma de salir adelante. De reinventarnos. De ofrecer algo lindo y accesible, sin humo.

 

Gracias por pasar por acá.
Y si te pinta darte una vuelta por la tienda, capaz encontrás algo que te guste sin que te duela el bolsillo.